Chocu vive tantas aventuras que se le hace la noche.
Las Chocoaventuras de Chocu es el nombre de la octava saga de la serie Chocu, y la primera en ser realizada por el lapicero de Malputo. Todo esto ocurrió una luminosa mañana de 30 de julio de 2011.
Consiste en una sola página pero muy larga, siguiendo el particular estilo de encadenado de viñetas del que Malpu fue precursor con esta aventura.
Sinopsis[]
Chocu ha pasado todo el día viviendo aventuras, y ahora la noche ha caído sobre sus hombros. Ahora el mono morado y el cocodrilo, separadamente, intentarán aprovechar la coyuntura para hacerle la vida imposible.
Amanece un nuevo día en el que vivir aventuras.
Trama[]
La persecución da comienzo.
¡Un nuevo día para aventuras amanece! Chocu sale de su casa dispuesto a vivir nuevas aventuras de emoción. Sin embargo, pronto el día acaba después de tantas aventuras y la noche se desploma sobre él.
Tan de noche es que Chocu no puede ver su mapa, lo que lleva al mono morado a encontrar a Chocu y seguirlo para asustarlo, con aviesas intenciones.
Por suerte, pronto se empieza el nuevo de día y Chocu consigue escapar valientemente sobre el vacío a través de una liana.
El mono morado siguió a Chocu contra todo pronóstico.
Chocu consigue regresar de vuelta a la chocucabaña, donde el hipopótamo y el Doctor le esperan, y el hipopótamo muestra su preocupación y el Doctor no. Va a dar comienzo el reencuentro cuando de improvisto, se descubre el mono morado consiguió seguir a Chocu contra todo pronóstico.
El mono morado intenta conseguir de ellos los chocopocs, a lo que el hipopótamo, el Doctor y Chocu intentan defender los chocopocs.
En ese momento, el cocodrilo aprovecha la distracción para colarse en la cabaña y hacerse con los dulces cereales. Cocodrilo lo consigue y huye con ellos, pero el mono morado, despechado y arrebatado de su momento de gloria, se avalanza hacia él, haciendo que ambos dos caigan del puente y se precipiten al río.
Los chocopocs caen hacia el agua también, pero Chocu, agarrado a una liana, consigue rescatarlos a tiempo antes de que queden hechos una pena y el río quede chocolateado.
Comentario del autor[]
Otuplam — HOLA.
